Madrid
Con 58 años, Adolfo puede decir que ha vivido gran parte de su vida sin preocuparse por el dinero. Ejercía como ingeniero de caminos y su renta siempre ha oscilado entre los 30.000 euros anuales. Adolfo sufrió la crisis económica de 2008 aunque alega que «se pudo salir a flote». Ahora vive la crisis sanitaria actual en busca de trabajo, después de que en mayo fuese despedido a causa de la pandemia. «Hemos tenido que emplear algo parecido a lo que los abuelos contaban como una especie de economía de guerra o economía de crisis», explica. Su situación fue tan complicada que llegó incluso a recurrir por un momento al sueldo de su hija para poder sacar adelante a su familia. Ahora nada de vacaciones, actividades extraescolares y sobre todo controlar más gastos como puede ser la gasolina. «Nunca pensé que una segunda crisis fuera tan drástica y menos con la edad que tengo», explica Adolfo. «Es muy frustrante».
El 70,2% de los españoles se considera clase media, según el CIS. Aunque el concepto cree cierto debate, el criterio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está ampliamente aceptado por las instituciones integradas por los países más desarrollados del mundo. La entidad determina que este estrato social agrupa a todas aquellas personas cuyas rentas se encuentren entre el 75% y 200% de la renta mediana de la zona económica en la que residen. O lo que es lo mismo, la clase media en España agrupa a aquellos con unos ingresos que van entre los 11.450 y 30.350 euros. Una clasificación que engloba tanto a la clase media baja —entre 11.450 y 20.000— como la clase media alta —hasta 30.000—.
El empobrecimiento de este grupo social es algo nuevo. Desde el año 2006 hasta el 2017, el porcentaje de personas de clase media se había reducido poco más de cuatro puntos porcentuales, es decir, pasó del 62% a algo menos del 57%. Mientras, el estrato social más bajo ha crecido cerca de tres desde entonces, hasta sobrepasar el 32%. Hoy, los datos mantienen los mismos niveles previos a los años 90, en base a los datos procesados por el grupo de Investigación WEIPO de la Universidad de Alcalá. Dentro de esta línea temporal, la crisis financiera de 2008 ha hecho mella en este colectivo. Supuso una caída del 20% de las rentas del hogar y el abandono de tres millones de españoles de estos niveles de bienestar social, según un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).